El deslizamiento en Tarasin se suma a una larga lista de desastres naturales agravados por el colapso institucional y el conflicto armado que vive Sudán.
El gobierno de Sudán lanzó un llamado urgente a la comunidad internacional luego de que un deslizamiento de tierra devastara por completo la aldea de Tarasin, en la región montañosa de Marrah, en Darfur Central.
El desastre, ocurrido el domingo tras días de intensas lluvias, habría causado la muerte de más de 1.000 personas, según estimaciones preliminares del Movimiento de Liberación de Sudán-Ejército (MLS-E), que controla la zona.
La organización rebelde informó que “la aldea fue completamente arrasada” y que solo una persona sobrevivió. Su líder, Abdel-Wahid Nour, calificó el evento como una tragedia de magnitud “indescriptible” y pidió apoyo urgente a la ONU y a organizaciones humanitarias para recuperar los cuerpos y asistir a las comunidades afectadas.
El Consejo Soberano, autoridad gobernante en Jartum, lamentó la muerte de “cientos de residentes inocentes” y aseguró que se han movilizado “todas las capacidades posibles” para atender la emergencia. Sin embargo, el acceso a la zona sigue siendo extremadamente limitado debido a las condiciones climáticas y al conflicto armado que azota al país desde abril de 2023.
La coordinación humanitaria de la ONU en Sudán, encabezada por Luca Renda, expresó su profunda preocupación y señaló que fuentes locales estiman entre 300 y 1.000 víctimas mortales.
Equipos de emergencia han logrado recuperar algunos cuerpos, pero enfrentan graves dificultades logísticas por el aislamiento de la región, la falta de recursos y las lluvias persistentes.
La tragedia ocurre en medio de una guerra civil devastadora entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que ha dejado más de 40.000 muertos, 14 millones de desplazados y ha sumido al país en una crisis humanitaria sin precedentes. Más de 30 millones de personas requieren asistencia urgente, y más de 630.000 viven en zonas afectadas por el hambre extrema, especialmente en las regiones de Darfur y Kordofán.
Fuente: Telesur
Foto: Agencias